sábado, 20 de noviembre de 2010

LAS CUATRO VELAS

Cuatro Velas se estaban consumiendo tranquilamente.
El ambiente estaba tan silencioso que se podía oir el diálogo entre ellas.
La primera dice:

¡Yo Soy la Paz!

A pesar de mi Luz, las personas no consiguen mantenerme encendida.Y disminuyendo su llama, se apagó totalmente.
La segunda dice:

¡Yo me llamo Fe!

Infelizmente soy superflua para las personas.
Porque ellas no quieren saber de Dios, por eso no tiene sentido continuar quemándome.Al terminar sus palabras, un viento se abatió sobre ella, y esta se apagó.

En voz baja y triste la tercera vela se manifestó:

¡Yo Soy el Amor!

No tengo mas fuerzas que quemar.Las personas me dejan de lado porque solo consiguen manifestarme para ellas mismas; se olvidan hasta de aquéllos que están a su alrededor.
Y también se apagó.

De repente entró una niña y vió las tres velas apagadas
¿Qué es esto?
Ustedes deben estar encendidas y consumirse hasta el final.

Entonces la cuarta vela, hablo:
No tengas miedo niña, en cuanto yo esté encendida, podemos encender las otras velas.

Entonces la niña tomó la vela de la Esperanza y encendió nuevamente las que estaban apagadas.

¡Que la vela de la Esperanza nunca se apague dentro de nosotros!

domingo, 8 de agosto de 2010

COMO CRECER

Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.
Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid.
Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.
La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble.
Entonces encontró una planta, una fresia, floreciendo y más fresca que nunca. El rey preguntó:
¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?
No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado.
En aquel momento me dije:
"Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda"

Autor : Paulo Coehlo

domingo, 16 de mayo de 2010

EL SAMURAI Y EL PESCADOR

Durante la ocupación Satsuma de Okinawa, un Samurai que le había prestado dinero a un pescador, hizo un viaje para cobrarlo a la provincia Itoman, donde vivía el pescador. No siéndole posible pagar, el pobre pescador huyó y trató de esconderse del Samurai, que era famoso por su mal genio. El Samurai fue a su hogar y al no encontrarlo ahí, lo buscó por todo el pueblo. A medida que se daba cuenta de que se estaba escondiendo se iba enfureciendo. Finalmente, al atardecer, lo encontró bajo un barranco que lo protegía de la vista. En su enojo, desenvainó su espada y le gritó: ¿"Qué tienes para decirme"?.
El pescador replicó, "Antes de que me mate, me gustaría decir algo. Humildemente le pido esa posibilidad." El Samurai dijo, "Ingrato! Te presto dinero cuando lo necesitas y te doy un año para pagarme y me retribuyes de esta manera. Habla antes de que cambie de parecer."
"Lo siento", dijo el pescador. " Lo que quería decir era esto: Acabo de comenzar el aprendizaje del arte de la mano vacía y la primera cosa que he aprendido es el precepto: “Si alzas tu mano, restringe tu temperamento; si tu temperamento se alza, restringe tu mano."
El Samurai quedó anonadado al escuchar esto de los labios de un simple pescador. Envainó su espada y dijo: "Bueno, tienes razón. Pero acuérdate de esto, volveré en un año a partir de hoy, y será mejor que tengas el dinero." Y se fue.
Había anochecido cuando el Samurai llegó a su casa y, como era costumbre, estaba a punto de anunciar su regreso, cuando se vio sorprendido por un haz de luz que provenía de su habitación, a través de la puerta entreabierta.
Agudizó su vista y pudo ver a su esposa tendida durmiendo y el contorno impreciso de alguien que dormía a su lado. Muy sorprendido y explotando de ira se dio cuenta de que era un samurai!
Sacó su espada y sigilosamente se acercó a la puerta de la habitación. Levantó su espada preparándose para atacar a través de la puerta, cuando se acordó de las palabras del pescador: "Si tu mano se alza, restringe tu temperamento; si tu temperamento se alza restringe tu mano."
Volvió a la entrada y dijo en voz alta. "He vuelto". Su esposa se levantó, abriendo la puerta salió junto con la madre del Samurai para saludarlo. La madre vestida con ropas de él. Se había puesto ropas de Samurai para ahuyentar intrusos durante su ausencia.
El año pasó rápidamente y el día del cobro llegó. El Samurai hizo nuevamente el largo viaje. El pescador lo estaba esperando. Apenas vio al Samurai, este salió corriendo y le dijo: "He tenido un buen año. Aquí está lo que le debo y además los intereses. No sé cómo darle las gracias!"
El Samurai puso su mano sobre el hombro del pescador y dijo: "Quédate con tu dinero. No me debes nada. Soy yo el endeudado."

domingo, 11 de abril de 2010

LA CUERDA DE LA VIDA

Cuentan que un alpinista desesperado por conquistar el Aconcagua, inició su travesía después de años de preparación.
Pero quería la gloria para él solo, por lo tanto subió sin compañeros. Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde. No se preparó para acampar, sino que siguió subiendo decidido a llegar a la cima, hasta que se hizo la oscuridad. La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña; ya no podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.
Subiendo por un acantilado, a solo 100 metros de la cima, resbaló y se desplomó por los aires... Caía a una velocidad vertiginosa, sólo podía ver veloces manchas más oscuras que pasaban en la misma oscuridad y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad. Seguía cayendo... y en esos angustiantes momentos, le pasaron por su mente todos los gratos y no tan gratos momentos de su vida. Pensaba que iba a morir; sin embargo, de repente sintió un tirón muy fuerte que casi lo partió en dos...Sí, como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura. Después de un momento de quietud, suspendido por los aires, gritó con todas sus fuerzas:
-"¡¡¡Ayúdame Dios mío!!!..."
De repente una voz grave y profunda de los cielos le contestó:
-"¿ QUÉ QUIERES QUE HAGA, HIJO MIO ?"
-"Sálvame, Dios mío "
-"¿REALMENTE CREES QUE TE PUEDA SALVAR?"
-"Por supuesto, Señor "
-"ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE..."
Hubo un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda y reflexionó...
Cuenta el equipo de rescate que al día siguiente encontraron colgado a un alpinista muerto, congelado, agarrado fuertemente con las manos a una cuerda...A TAN SOLO DOS METROS DEL SUELO...
¿Y tú ? ¿Qué tan confiado estás de tu cuerda?
¿Por qué no la sueltas?

domingo, 4 de abril de 2010

EL PESCADOR SATISFECHO

El rico industrial del Norte se horrorizó cuando vio a un pescador del Sur tranquilamente recostado contra su barca y fumando una pipa.
"¿,Por qué no has salido a pescar?", le preguntó el industrial.
"Porque ya he pescado bastante por hoy", respondió el pescador.
¿ Y por qué no pescas más de lo que necesitas?", insistió el industrial.
"¿Y qué iba a hacer con ello preguntó a su vez el pescador.
"Ganarías más dinero", fue la respuesta. "De ese modo podrías poner un motor a tu barca. Entonces podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Entonces ganarias lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que obtendrias más peces y más dinero. Pronto ganarias para tener dos barcas... y hasta una verdadera flota.
Entonces serías rico, ¡como yo!
"¿Y qué haría entonces?", preguntó de nuevo el pescador.
"Podrías sentarte y disfrutar de la vida", respondió el industrial.
"¿ Y que crees que estoy haciendo en este preciso mornento?", respondió el satisfecho pescador.

domingo, 28 de marzo de 2010

SIN PALABRAS

Esta semana os voy a relatar una pequeña historia seguida de un video, esta basado en un hecho real ; y a mi personalmente me emociono mucho.
Dede aqui quiero dar las gracias a mi amigo Marcelo , por habermela enviado.


Sin palabras....

El hijo le preguntó a su padre:

-Papá, ¿formarías parte en un maratón conmigo?-.

El padre respondió:

-Sí-.

Fueron a la maratón y lo completaron juntos. Padre e hijo fueron juntos a otros maratones, el padre siempre decía 'si' a las solicitudes de su hijo de ir juntos en las carreras. Un día, el hijo le preguntó a su padre:

-Papá, ¿vamos a participar juntos en el 'Ironman'?-.

El padre le dijo si también.

El triatlón Ironman abarca 3,86 kilómetros nadando en los océanos, seguida por una 180,2 kilómetros en bicicleta, y terminando con 42,195 kilómetros de maratón a lo largo de la costa de Big Island. IMPRESIONANTE!!!!!!

AHORA VEAN

http://www.tangle.com/view_video.php?viewkey=8cf08faca5dd9ea45513

domingo, 21 de marzo de 2010

AMISTAD


"Mi amigo no ha regresado del campo de batalla, señor. Solicito permiso
para ir a buscarlo".
"Permiso denegado", replicó el oficial. "No quiero que arriesgue usted
su vida por un hombre que probablemente ha muerto".
El soldado, haciendo caso omiso de la prohibición, salió, y una hora más
tarde regresó mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo.
El oficial estaba furioso: "¡Ya le dije yo que había muerto! ¡Ahora he
perdido a dos hombres! Dígame, ¿merecía la pena salir allá para traer un
cadáver?"
Y el soldado, moribundo, respondió: "¡Claro que sí, señor! Cuando lo
encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme: Juan... estaba seguro de
que vendrías".

Anthony Mello

domingo, 14 de marzo de 2010

CUIDA A TU PROJIMO

Malba Tahan ilustra los peligros de la palabra: una mujer tanto fue pregonando que su vecino era un ladrón, que el muchacho acabó preso. Días después, descubrieron que era inocente; lo soltaron y él procesó a la mujer.
-Hacer unos comentarios no es tan grave - dijo ella al juez.
-De acuerdo -respondió el magistrado- . Hoy, al regresar a su casa, escriba todo lo que habló mal sobre el joven, después pique el papel y vaya tirando los trocitos por el camino. Mañana vuelva para escuchar la sentencia.
La mujer obedeció y volvió al día siguiente.

-Está perdonada si me entrega los pedazos de papel que tiró ayer. En caso contrario, será condenada a un año de prisión- declaró el magistrado.
-Pero eso es imposible! ¡El viento ya ha dispersado todo!
-De la misma manera, un simple comentario puede ser esparcido por el viento, destruir el honor de un hombre y después es imposible arreglar el mal ya hecho.
Y envió a la mujer a la cárcel.


Paul Cohelo

domingo, 7 de marzo de 2010

EL HELECHO Y EL BAMBU

Un día decidí darme por vencido…
renuncié a mi trabajo, a mi relación, a mi vida.
Fui al bosque para tener una última charla con Dios.
"Dios", le dije. "¿Podrías darme una buena razón
para no darme por vencido?"

Su respuesta me sorprendió…"
-Mira a tu alrededor", Él dijo.

"Ves el helecho y el bambú?"
"Sí", respondí.
"Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú,
las cuidé muy bien. Les di luz. Les di agua.

El helecho rápidamente creció.
Su verde brillante cubría el suelo.
Pero nada salió de la semilla de bambú.
Sin embargo no renuncié al bambú.
En el segundo año el helecho creció
más brillante y abundante
y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú.
-Pero no renuncié al bambú." Dijo Él.
"En el tercer año, aun nada brotó de la semilla de bambú.
Pero no renuncié" me dijo.

"En el cuarto año, nuevamente,
nada salió de la semilla de bambú.
"No renuncié" dijo.

"Luego en el quinto año
un pequeño brote salió de la tierra.
En comparación con el helecho
era aparentemente muy pequeño
e insignificante.

Pero sólo 6 meses después

el bambú creció a más de 20 metros de altura.
Se la había pasado cinco años echando raíces.
Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron
lo que necesitaba para sobrevivir.

"No le daría a ninguna de mis creaciones
un reto que no pudiera sobrellevar".

Él me dijo.
"¿Sabías que todo este tiempo que has estado luchando,
realmente has estado echando raíces?"
"No renunciaría al bambú. Nunca renunciaría a ti.
"No te compares con otros" me dijo.

"El bambú tenía un propósito diferente al del helecho,
sin embargo, ambos eran necesarios
y hacían del bosque un lugar hermoso".

"Tu tiempo vendrá" Dios me dijo. "¡Crecerás muy alto!"

"¿Qué tan alto debo crecer?" pregunté.
"¿Qué tan alto crecerá el bambú?" me preguntó en respuesta .
"¿Tan alto como pueda?" Indagué.

Nunca te arrepientas de un día en tu vida.
Los buenos días te dan felicidad.
Los malos días te dan experiencia

Ambos son esenciales para la vida.

La felicidad te mantiene Dulce,
Los intentos te mantienen Fuerte,
Las penas te mantienen Humano,
Las caídas te mantienen Humilde,
El éxito te mantiene Brillante

domingo, 28 de febrero de 2010

EL SUFRIMIENTO DE KISAGOTAMI

LEYENDA BUDISTA

En tiempos de Buda, murió el único hijo de una mujer llamada Kisagotami.
Incapaz de soporta siquiera la idea de no volver a verlo, la mujer dejó el cadáver de su hijo en la cama y durante muchos días lloró y lloró implorando a los dioses que le permitieran morir a su vez.
Como no encontraba consuelo, empezó a correr de una persona a otra en busca de una medicina que le ayudara a seguir viviendo sin su hijo o, de lo contrario, a morir como él.
Le dijeron que Buda la tenía:
Kisagotami fue a ver a buda, le rindió homenaje y le preguntó:
-¿Puedes preparar una medicina que me sane este dolor o me mate para no sentirlo?
-Conozco esa medicina-contestó Buda-, pero para prepararla necesito ciertos ingredientes.
-¿qué ingredientes?-Preguntó la mujer.
-El más importante es una vaso de vino casero- dijo Buda.
-Ya mismo lo traigo- Dijo Kisagotami. Pero antes de que se marchara, Buda añadio:
-Necesito que el vino provenga de un hogar donde no haya muerto ningún niño, cónyuge, padre o sirviente.
La mujer asintió y, sin perder tiempo, recorrió el pueblo, casa por casa, pidiendo el vino. Sin embargo, en cada casa que visitaba le sucedía lo mismo. Todos estaban dispuestos a regalarle el vino, pero al preguntar si había muerto alguien, ella encontró que todos los hombres habían sido visitados por la muerte. En una vivienda había muerto una hija, en otra un sirviente, en otra un sirviente, en otras el marido o alguno de los padres.
Kisagotami no pudo hallar un hogar donde no se hubiera experimentado el sufrimiento de la muerte.
Al darse cuenta de que no estaba sola en su dolor, la madres e desprendió del cuerpo sin vida de su hijo y fue a ver a Buda. Se arrodilló frente a él y le dijo:-Gracias... comprendí

domingo, 21 de febrero de 2010

GAUTAMA

Ya el sol se había puesto entre el enredo del bosque sobre los ríos.

Los niños de la ermita habían vuelto con el ganado y estaban sentados al fuego, oyendo a su maestro Gautama, cuando llegó un niño desconocido y lo saludó con flores y frutos. Luego, tras una profunda reverencia, le dijo con voz de pájaro:

"Señor Gautama, vengo a que me guíes por el Sendero de la Verdad.

Me llamo Satyakama"

"Bendito seas -dijo el Maestro- ¿Y de qué casta eres, hijo mío? Porque sólo un brahmín puede aspirar a la suprema sabiduría".

Contestó el niño:

"No sé de qué casta soy, Maestro; pero voy a preguntárselo a mi madre".

Se despidió Satyakama, cruzó el río por lo más estrecho, y volvió a la choza de su madre, que estaba al fin de un arenal, fuera de la aldea ya dormida.

La lámpara iluminaba débilmente la puerta, y la madre estaba fuera, de pie en la sombra, esperando la vuelta de su hijo.

Lo cogió contra su pecho, lo besó en la cabeza y le preguntó qué le había dicho el Maestro.

"¿Cómo se llama mi padre? -dijo el niño- Porque me ha dicho el Señor Gautama que sólo un brahmín puede aspirar a la suprema sabiduría".

La mujer bajó los ojos y le habló dulcemente: "Cuando joven yo era pobre y conocí muchos amos. Sólo puedo decirte que tú viniste a los brazos de tu madre Jabala, que no tuvo marido".

Los primeros rayos del sol ardían en la copa de los árboles de la ermita del bosque. Los niños, aún mojado el revuelto pelo del baño de la mañana, estaban sentados ante su Maestro, bajo un árbol viejo.

Llegó Satyakan, le hizo una profunda reverencia al Maestro y se quedó de pie en silencio.

"Dime -le preguntó el Maestro- ¿Sabes ya de qué casta eres?"

"Señor -contestó Satyakama-, no sé. Mi madre me dijo: Yo conocí muchos amos cuando joven, y tú viniste a los brazos de tu madre Jabala, que no tuvo marido".

Entonces se levantó un rumor como el zumbido iracundo de las abejas hostigadas en su colmena. Y los estudiantes murmuraban entre dientes de la desvergonzada insolencia del niño sin padre.

Pero el Maestro Gautama se levantó, trajo al niño con sus brazos hasta su pecho, y le dijo:

"Tú eres el mejor de todos los brahmines, hijo mío; porque tienes la herencia más noble, que es de la verdad".


Rabindranat Tagore

domingo, 7 de febrero de 2010

ANTIGUA LEYENDA CHINA

Había una vez un campesino chino,
pobre pero sabio,
que trabajaba la tierra duramente con su hijo.

Un día el hijo le dijo:
-¡Padre, qué desgracia! Se nos ha ido el caballo.
-¿Por qué le llamas desgracia? -respondió el padre.
Veremos lo que trae el tiempo...

A los pocos días el caballo regresó,
acompañado de otro caballo.
-¡Padre, qué suerte! - exclamó esta vez el muchacho.
Nuestro caballo ha traído otro caballo.
-Por qué le llamas suerte? - repuso el padre.
Veamos qué nos trae el tiempo.

En unos cuantos días más, el muchacho quiso montar
el caballo nuevo, y éste, no acostumbrado al jinete,
se encabritó y lo arrojó al suelo.

El muchacho se quebró una pierna.
-¡Padre, qué desgracia! - exclamó ahora el muchacho.
¡Me he quebrado la pierna!
Y el padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentenció:
-¿Por qué le llamas desgracia?
Veamos lo que trae el tiempo!

El muchacho no se convencía de la respuesta
sino que gimoteaba en su cama.

Pocos días después pasaron por la aldea
los enviados del rey, buscando jóvenes
para llevárselos a la guerra.

Vinieron a la casa del anciano, pero como vieron al joven
con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron de largo.

El joven comprendió entonces que nunca hay que dar
ni la desgracia ni la fortuna como absolutas,
sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo,
para ver si algo es malo o bueno.

domingo, 24 de enero de 2010

PARABOLA DEL RICO Y DEL RABINO

Se cuenta que una vez un hombre muy rico fue a pedirle un consejo a un rabino...

El rabino lo tomó de la mano, lo acercó a la ventana y le dijo:

- Mira. El rico miró por la ventana a la calle.

El rabino le preguntó:- ¿Qué ves?.

El hombre le respondió: - Veo gente.

El rabino volvió a tomarlo de la mano y lo llevó ante un espejo y le dijo:

- ¿Qué ves ahora?.

El rico le respondió:

-"Ahora me veo yo".

-"¿Entiendes?, dijo el rabino.

En la ventana hay vidrio y en el espejo hay vidrio. Pero el vidrio del espejo tiene un poco de plata.

Y cuando hay un poco de plata uno deja de ver gente y comienza a verse solo a sí mismo".

domingo, 10 de enero de 2010

LA CAMISA DEL HOMBRE FELIZ

Había una vez un rey cuya riqueza y poder eran tan inmensos, como eran de inmensas su tristeza y desazón.
-Daré la mitad de mi reino a quien consiga ayudarme a sanar las angustias de mis tristes noches- dijo un día.
Quizás más interesados en el dinero que podían conseguir que en la salud del Rey, los consejeros de la corte decidieron ponerse en campaña y no detenerse hasta encontrar la cura para el sufrimiento real. Desde los confines de la tierra mandaron traer a los sabios más prestigiosos y a los magos más poderosos de entonces, para ayudarles a encontrar el remedio buscado.
Pero todo fue en vano, nadie sabía cómo curar al monarca.
Una tarde, finalmente, apareció un viejo sabio que les dijo: -si encontráis en el reino un hombre completamente feliz, podréis curar al rey. Tiene que ser alguien que se sienta completamente satisfecho, que nada le falte y que tenga acceso a todo lo que necesita.
-Cuando lo halléis- siguió el anciano- pedidle su camisa y traedla a palacio. Decidle al rey que duerma una noche entera vestido solo con esa prenda. Os aseguro que mañana despertará curado.
Los consejeros se abocaron de lleno y con completa dedicación a la búsqueda de un hombre feliz, aunque ya sabían que la tarea no resultaría fácil.
En efecto, el hombre que era rico, estaba enfermo; el que gozaba de buena salud, era pobre. Aquel, rico y sano, se quejaba de su mujer y ésta, de sus hijos.
Todos los entrevistados coincidían en que algo les faltaba para ser totalmente felices aunque nunca se ponían de acuerdo en aquello que les faltaba.
Finalmente, una noche, muy tarde, un mensajero llegó al palacio. Habían encontrado al hombre tan interesantemente buscado. Se trataba de un humilde campesino que vivía al norte en la zona más árida del reino. Cuando el monarca fue informado del hallazgo. Éste se llenó de alegría e inmediatamente mandó que le trajeran la camisa de aquel hombre, a cambio de la cual deberían darle al campesino cualquier cosa que pidiera.
Los envidos se presentaron a toda prisa en la casa de aquel hombre para comprarle la camisa y, si era necesario –se decían- se la quitarían por la fuerza...
El rey tardó mucho en sanar en sanar de su tristeza. De hecho su mal se agravó bastante cuando de que el hombre más feliz de su reino, quizás el único totalmente feliz, era tan pobre, tan pobre... que no tenía ni siquiera una camisa.

domingo, 3 de enero de 2010

TESORO

Hace muchísimos años vivía en la India un sabio de quien se decía que guardaba en un cofre encantado un gran secreto que lo hacía triunfador en todos los aspectos de su vida y que por eso se consideraba el hombre más feliz del mundo. Muchos reyes envidiosos, le ofrecían poder y dinero y hasta intentaron robarlo para obtener el cofre, pero todo era en vano.

Mientras más lo intentaba, más infelices eran, pues la envidia no los dejaba vivir.
Así pasaban los años y el sabio era cada vez más feliz.

Un día llegó ante él un niño y le dijo:

"Señor, al igual que usted, también quiero ser inmensamente feliz ¿Por qué no me enseña qué debo hacer para conseguir la felicidad?" El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo: "A ti te enseñaré el secreto para ser feliz. Ven conmigo y presta mucha atención: En realidad son dos cofres en donde guardo el secreto para ser feliz y son mi MENTE y mi CORAZÓN, y el gran secreto no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de la vida.

El primer paso es saber que existe la presencia de Dios en todas las cosas de la vida y por lo tanto, debes amarlo y darle gracias por todo lo que tienes.

El segundo paso, es que debes quererte a ti mismo y todos los días al levantarte y al acostarte, afirmar: Yo soy importante, yo valgo, yo soy capaz, soy inteligente, soy cariñoso, espero mucho de mí, no hay obstáculo que no pueda vencer. Este paso se llama Autoestima.

El tercer paso, es que debes poner en practica todo lo que dices que eres, es decir, si dices que eres inteligente actúa inteligentemente, si dices que eres capaz, haz lo que te propones, si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces propónte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas. Este paso se llama Motivación.

El cuarto paso es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es, ellos alcanzaron su meta, logra tú las tuyas.

El quinto paso es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie. Ese sentimiento no te dejará ser feliz, deja que las leyes de Dios hagan justicia. Tú, perdona y olvida.

El sexto paso, es que no debes tomar las cosas que no te pertenecen, recuerda que de acuerdo con las leyes de la naturaleza, mañana te quitarán algo de más valor.

El séptimo paso, es que no debes maltratar a nadie. Todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.

Y por ultimo, levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas, el lado bueno y bonito.
Piensa en los afortunado que eres al tener todo lo que tienes, ayuda a los demás, sin pensar que vas a recibir nada a cambio. Mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y dales también a ellos , el secreto para ser triunfadores y que de esta manera, puedan ser felices.