domingo, 30 de agosto de 2009

MAYONESA Y MATE

Esta historia me la mando un buen amigo argentino (Marcelo) que vive aqui en Malaga y al que quiero mandar un abrazo desde aqui.


MAYONESA Y MATE

Cuando las cosas en la vida Parecen demasiado, Cuando 24 horas al día
No son suficientes...
Recuerda el frasco De mayonesa y el café.
Un profesor delante de su clase de Filosofía sin decir palabra tomo un Frasco grande y vacío de mayonesa y Procedió a llenarlo con pelotas de golf.
Luego le preguntó a sus estudiantes si el Frasco estaba lleno. Los estudiantes
Estuvieron de acuerdo en decir que si.
Así que el profesor tomo una caja llena de Canicas y la vació dentro del frasco de Mayonesa. Las canicas llenaron los espacios Vacíos entre las pelotas de golf.
El profesor volvió a preguntar a los estudiantes si el frasco estaba lleno, ellos volvieron a decir Que si.
Luego...el profesor tomo
Una caja con arena y la vació dentro del frasco. Por supuesto, la arena lleno todos los espacios Vacíos, así que el profesor pregunto nuevamente Si el frasco estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes respondieron Con un 'si' unánime.
El profesor enseguida agrego 2 tazas de mate cocido Al contenido del frasco y efectivamente llenó Todos los espacios vacíos entre la arena. Los estudiantes reían en esta ocasión. Cuando la risa se apagaba, el profesor dijo:
'QUIERO QUE SE DEN CUENTA QUE ESTE FRASCO REPRESENTA
LA VIDA'.
Las pelotas de golf son las cosas Importantes,
Como la familia, los hijos, la salud, Los amigos, todo lo que te apasiona.
Son cosas, que aún si todo lo demás lo
Perdiéramos y solo éstas quedaran,Nuestras vidas aún estarían llenas.
Las canicas son Las otras cosas
Que importan, como El trabajo, La casa, El auto, etc.
La arena es todo Lo demás,
Las pequeñas Cosas.
'Si ponemos la arena 1ro en el frasco,
no habría espacio para las canicas ni para las pelotas de golf.
Lo mismo ocurre con la vida'.
Si gastamos todo nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, nunca tendremos lugar para las Cosas realmente importantes


Presta atención a las cosas que son cruciales Para tu felicidad.
Juega con tus hijos,
Tomate tiempo para asistir al doctor,
Ve con tu pareja a cenar,
Practica tu deporte o afición favorita.
Siempre habrá tiempo para limpiar la casa y reparar la llave del agua..
Ocúpate de las pelotas de golf primero, de las cosas que realmente importan.
Establece tus prioridades, el resto es solo arena..
Uno de los estudiantes levantó la mano y pregunto que representaba el mate cocido.

El profesor sonrió y dijo:
'Que bueno que lo preguntas... Sólo es para demostrarles, que no importa cuan ocupada tu vida pueda parecer,siempre hay lugar para un par de mates con un amigo.'


domingo, 23 de agosto de 2009

TODO PASA

Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:
- Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.
Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total... Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.
El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo:
- No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje - el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey- Pero no lo leas -le dijo- mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación.
Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos.
No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino...
De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso: Simplemente decía: "ESTO TAMBIÉN PASARÁ". Mientras leía "esto también pasará" sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos. El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido.
Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes... y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.
El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo: Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.
- ¿Qué quieres decir? -preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.
- Escucha -dijo el anciano- este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras.
No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "Esto también pasará", y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, porque el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado. Entonces el anciano le dijo:
- Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.

domingo, 16 de agosto de 2009

EL DRAMA DESENCANTADO

...el drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida.

Garcia Marquez

domingo, 2 de agosto de 2009

EL ARBOL DE LOS PROBLEMAS

El carpintero que había contratado para ayudarme
a reparar una vieja granja, acababa de finalizar
un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica
se daño y lo hizo perder una hora de trabajo y ahora
su antiguo camión se niega a arrancar.
Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio.
Una vez que llegamos, me invito a conocer a su
familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se
detuvo brevemente frente a un pequeño árbol,
tocando las puntas de las ramas con ambas manos.
Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente
transformación. Su bronceada cara estaba plena de
sonrisas. Abrazo a sus dos pequeños hijos y le dio
un beso a su esposa. Posteriormente me acompañó
hasta el carro.
Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le
pregunte acerca de lo que lo había visto hacer un
rato antes.
¡Ah! Ese es mi árbol de problemas. – contestó - Se que
yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero
una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la
casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente
los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa.
Luego en la mañana los recojo otra vez.
Y continuó sonriendo:
Lo divertido es que cuando salgo en la mañana a
recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo
haber colgado la noche anterior.